Llegó al Partido Popular con un claro compromiso de servicio público, sumando a su faceta de docente y empresario, la de político, primero como concejal, después como presidente y, en la actualidad, también como candidato de la formación azul a la Alcaldía de Úbeda.
Gerardo Ruiz del Moral Tauste ha logrado en poco más de un año reposicionar al PP de Úbeda en la primera línea de la vida municipal, reactivando, abriendo, democratizando y revitalizando a un Partido Popular que, como él mismo define, «está más vivo que nunca». El alcaldable del PP ubetense abre las puertas de su casa y de su proyecto de ciudad con el convencimiento de que «con tu confianza, la Úbeda que sueñas vamos a despertarla».
—¿Nervioso ante lo que está por llegar?
—Ilusionado es la palabra que mejor lo define. Cuando alguien da un paso tan importante como éste, debe hacerlo desde la ilusión y el convencimiento de que puede aportar, mejorar e implicar a toda la ciudadanía en su proyecto y modelo de ciudad. Si me faltaran esas ganas, si me faltara esa ilusión, puedo garantizar a cualquier ciudadano que no estaría en el punto exacto en el que me encuentro hoy.
—Supongo que ya se lo habrán preguntado en más de una ocasión, ¿es consciente del berenjenal en el que se ha metido?
—¡Eso digo yo! [risas]. Bromas aparte, por supuesto que soy consciente y de ahí mi compromiso firme con mis vecinos, mi modelo de ciudad y mi partido, en ese orden. La política local tiene que estar por encima de las siglas a las que uno representa. Como administración más cercana, tenemos que garantizar a nuestros vecinos que haremos todo lo que esté en nuestra mano para dar respuesta a sus demandas y necesidades. Un alcalde no está para sentarse en un despacho, sino para llamar a cuántas puertas sean necesarias y con independencia del color político, para resolver los problemas de su ciudad.
—Cómo se lo diría… No es usted un político ‘al uso’.
—[Risas]. No, no lo soy. Detesto los estereotipos. No es necesario, ni justo, condicionar o valorar el trabajo de alguien por su carácter o forma de ser. Tenemos la idea preconcebida de que el político tiene que ser serio de naturaleza, aburrido y sin sentido del humor. En ello le va la credibilidad. Sinceramente, no lo entiendo. Quien me conoce, sabe cómo soy. La vida ya es lo suficientemente difícil como para plantearla desde esa solemnidad. Disfruto de mi trabajo como docente, como empresario y también como político. Soy consciente de que hay quien trata de atacarme por mi forma de ser, pero no es algo que me importe. Plantear cada faceta de mi vida desde ese optimismo, no significa que mi trabajo, o cuando las circunstancias lo requieren, no sea serio y riguroso.
—¿Cómo definiría ese modelo de ciudad que tanto defiende?
—Ilusionante, ambicioso y vanguardista. Úbeda se merece mucho más que la manida política cortoplacista de los cuatro baches y el mantenimiento mal entendido. Pero para ello es necesario que los representantes municipales nos grabemos a fuego que no estamos aquí para ponernos medallas, sino para hacer realidad todas esas necesidades y demandas que plantea nuestra ciudad, independientemente de quien las inaugure después. Con esa premisa, desde el Partido Popular consideramos indispensable y vital un Plan Estratégico de Desarrollo, consensuado con todas las fuerzas políticas. No podemos ir dando palos de ciego, dependiendo del Gobierno de turno.
—¿A qué se refiere, exactamente?
—Estoy cansado de que cada vez que entra una corporación municipal inicia su andadura en el sentido contrario al que dejó el anterior Gobierno, haciendo una especie de zigzag e impidiendo el desarrollo y el impulso necesario. Por eso es vital ese plan estratégico, consensuado con todas las fuerzas, para que cada uno aporte su sueño como partido, a modo de tormenta de ideas para fijar a dónde queremos llegar en un futuro a largo o medio plazo; para que gobierne el que gobierne, y con sus lógicas interpretaciones y matices, esté en la obligación de respetar esa dirección y ese sentido unidireccional, teniendo clara la meta.
Yo estoy cansado de gestores cortoplacistas, de políticos profesionales que sólo comienzan aquello que saben que van a culminar porque dentro de cuatro años vuelve una reválida, cansado de multitud de pequeñas intervenciones propagandísticas que mantienen, pero no enriquecen.
—Constantemente le oímos hablar de equilibrio, gestión e impulso como los tres grandes pilares en los que sostenta su programa electoral. Empecemos por el equilibrio.
—Esta ciudad tiene los suficientes recursos y potencial como para dotarla de ese único significado. No queremos una Úbeda de primera y una Úbeda de segunda; una Úbeda en la que se invierte y una Úbeda olvidada; una Úbeda que exhibimos y una Úbeda que escondemos. Y eso sólo es posible a través de un desarrollo ecuánime y equilibrado del conjunto de la ciudad. Para ello, es necesario impulsar servicios y nuevos atractivos en zonas más alejadas del centro y el casco monumental.
Para el Partido Popular, ese reparto equitativo pasa obligatoriamente por la diversificación de la oferta entre todos los barrios de esta ciudad. Si históricamente todos los recursos se han centrado en la zona comercial y monumental, es necesario compensar trasladando parte de todo aquello que nos hace diferentes al resto de zonas. La cultura, la monumentalidad, el comercio, los servicios y, en definitiva, el desarrollo, no pueden ser exclusivos ni pueden estar focalizados en unos metros cuadrados, sino que debe ser patrimonio de toda Úbeda. Como tampoco podemos sentenciar nuestra zona histórica a un parque temático, sino que tenemos que facilitar la implantación y llegada de vecinos a una zona que está sufriendo una despoblación severa. Nuestro programa electoral está basado en el sentido común y en nuestro compromiso por esa Úbeda con un solo significado. Sólo así lograremos el crecimiento equilibrado que merecen nuestros ciudadanos.
—¿Gestión?
—Una ciudad como la nuestra no puede permitirse dormirse entre burocracias y papeleos; entre el «vuelva usted mañana» y la eternización en cada trámite. Desde el Partido Popular de Úbeda apostamos por una administración cercana, ágil, adaptada, funcional, resolutiva, transparente, con garantías y moderna. En pleno siglo XXI hay que apostar por otros modelos que se traduzcan en respuestas ágiles al ciudadano. Por eso, nuestra formación apuesta por la implantación total y definitiva del ayuntamiento digital y virtual, por un ayuntamiento en cada barrio, por garantizar la respuesta casi inmediata que no sólo redundará en una mejora en los servicios prestados al ciudadano, sino que también permitirá la implantación de nuevos comercios y negocios que verán resueltos sus trámites en tiempo y forma. Una administración del siglo XXI es sinónimo de una ciudad que apuesta por su desarrollo y crecimiento, es sinónimo de eficacia. Y para el Partido Popular de Úbeda es una de las claves para el desarrollo de un modelo de ciudad a la altura de lo que nuestros ciudadanos merecen.
—Y, finalmente, ¿a qué se refiere con impulso?
—No podemos vivir exclusivamente de nuestro magnífico e inigualable legado histórico. Tenemos que apoyar nuestro crecimiento económico en la diversificación de nuestra oferta, en la apuesta por otros sectores, en el desarrollo y puesta en marcha de proyectos ambiciosos que sitúen a Úbeda en la vanguardia. Más allá de las labores de mantenimiento, esta ciudad merece soñar en grande y el Partido Popular está dispuesto a hacer esos sueños realidad. Crearemos nuevas oportunidades y nuevas infraestructuras que hagan de esta ciudad un reclamo a todos los niveles. Nos comprometemos a dar respuestas a demandas históricas, a trabajar sin descanso hasta que esta ciudad cuente con todas sus necesidades cubiertas, desde un espacio escénico, pasando por un nuevo conservatorio, la construcción de viviendas de protección oficial, la apuesta por espacios museísticos, la creación de una almazara escuela o la puesta en marcha de un centro de interpretación de las Eras del Alcázar, por citar algunas pinceladas de nuestro ambicioso modelo de ciudad, que persigue la puesta en valor de todos nuestros potenciales para el despegue definitivo.
—Hábleme de su equipo.
—Estoy muy orgulloso de la gente que ha querido acompañarme y apoyarme en este ilusionante proyecto. Prometí regeneración, caras nuevas, gente preparada y comprometida con esta ciudad. Y esa es mi lista. Un equipo de trabajo con demostrada solvencia en sus ámbitos laborales del que no tengo duda que sabrá dar respuesta a las demandas y necesidades que plantea nuestra ciudad.
Como candidato tengo mucho que aprender de cada uno de ellos, pero como persona me rindo a la calidad humana de estos 21 hombres y mujeres. Es un privilegio presentar una lista en la que cualquiera de ellos podría haber sido el número uno.
Cuento con profesionales en cada una de las áreas y eso es, sin duda, un aval para una ciudad como Úbeda. Mi compromiso como alcaldable no es sólo un modelo de ciudad, ni se reduce a un programa electoral al que daremos cumplida cuenta, sino que pasa también por ofrecer a esta ciudad el mejor patrimonio humano para hacer realidad esa Úbeda que soñamos.
—¿Cree que será el próximo alcalde de Úbeda?
—No sé si lo seré, pero si los ciudadanos me otorgan su confianza, les puedo asegurar que no les defraudaré. Una Úbeda mejor es posible y ese es mi compromiso con mis vecinos. Trabajar sin descanso para garantizar el presente y para cimentar los pilares del futuro que legaremos a nuestros hijos. Ese es mi sueño, porque la Úbeda que soñamos, vamos a despertarla.