Partido Popular Úbeda

Diagnosticar y solucionar desde el sentido común, nuestro modelo de administración

Funcionario municipal.

Funcionario municipal.

Mejoraremos la relación con el ciudadano y facilitaremos las herramientas necesarias a los trabajadores

Por extraño que parezca, la gestión municipal, la administración en general y, evidentemente, la local, carece de algo tan sencillo y difícil a la vez como la racionalidad y el sentido común. Esta carencia en el uso de la lógica que cualquier ciudadano aplica en el ámbito familiar y en la economía doméstica, perece un mal endémico desde los orígenes de los tiempos y, nos guste más o menos, hay que poner encima de la mesa un debate real sobre la situación de este pilar fundamental del que dependen todas las áreas para diagnosticar y, definitivamente, solucionar.

Propuestas


Gerardo Ruiz del Moral Tauste

Docente y empresario

El buen funcionamiento de un ayuntamiento es vital para garantizar el buen desarrollo de una ciudad y mejorar la calidad de vida de sus vecinos. Como la administración más cercana, debe dar respuesta inmediata a los problemas, demandas e iniciativas planteadas por los ciudadanos. Es necesario solucionar sus inquietudes, agilizar la puesta en marcha de cualquier iniciativa de negocio y recuperar la confianza ciudadana.

La administración es, o debería ser, honesta, austera, eficaz, trasparente, igualitaria, sin corrupción ni clientelismos. No es asumible, si queremos despertar Úbeda, si queremos más que inercia y realmente queremos impulsar el desarrollo de esta ciudad, que cerca del 60 por ciento del presupuesto municipal sea destinado a gastos de personal. Y no quiero decir con esto que sobre ni uno de los trabajadores de este Ayuntamiento, pero se deben estudiar las carencias, la organización y las herramientas de las que disponen para que Úbeda sea más productiva y eficaz.

Lo que es evidente es que algo falla cuando se eternizan en el tiempo la resolución de cualquier expediente administrativo y la tramitación de cualquier tipo de licencias —obras, actividades, terrazas, etc.—. No entiendo cómo en Baeza, hoy, cualquier emprendedor registra una declaración responsable para iniciar una actividad y en 24 horas puede abrir el establecimiento al público y, en Úbeda, la arbitrariedad, el compadreo y las habilidades sociales tienen prioridad a la hora de acelerar o frenar cualquier iniciativa, pudiéndose alargar en meses cualquier ilusión emprendedora.

Y nos parece obsoleto, y además preocupante, que una persona de avanzada edad y, por ejemplo, de la Puerta del Sol, tenga que desplazarse al casco histórico, a un edificio caduco, incómodo e inaccesible, para registrar un papelito. Nos parece tercermundista que ese anciano, caballero o señora entre en esa escalofriante oficina donde trabajan magníficos funcionarios para depositar el dichoso papelito en una bandeja apilable de todo a cien para que, con un poco de suerte, a eso del mediodía estos profesionales tengan que ir, carpetitas en mano, despacho por despacho, entregando documentación. Primero, ya hemos perdido una mañana. Segundo, existen serias posibilidades de que algún papelito se pierda —todos sabemos que hay casos; aún no encuentran la Ordenanza de Feria—. Y eso no es admisible.

Con la creación de Centros de Información y Registro, acercamos esa oficina y la propia administración a cada uno de los barrios y se sustituirán esas bandejas apilables de tiendas de todo a cien con una extraordinaria herramienta que hace, que desde el minuto uno, cualquier documento se registre y por arte de magia llegue al despacho de cualquier trabajador municipal, así como representantes políticos. Internet.

Todos sabemos que esto no va a suponer ninguna traba ni ninguna complejidad para nuestros jóvenes, que hoy en día hacen uso de las nuevas tecnologías para cualquier trámite. Pero tenemos la obligación de formar, a través de estos Centros de Información y Registro a las personas de otra generación que no son tan hábiles en esta materia.

Con esto no sólo agilizamos cualquier procedimiento, sino que al existir un protocolo estandarizado, con plantillas y modelos para cualquier tipo de solicitud (desde una licencia, como una consulta, o la solicitud de cita con cualquier representante de la administración) y registrar y enviar éstos vía internet, queda constancia de la necesidad del ciudadano y se pueden controlar los tiempos y plazos que la administración tarda en resolver cualquier solicitud. Porque el sistema tradicional de golpear puertas, preguntar y ‘Es que me dijeron…’, donde dije digo, digo Diego. Y cualquier persona que haya necesitado de la administración algún tipo de respuesta, se habrá encontrado en más de una ocasión que lo que un día fue «SÍ» a puertas cerradas, al siguiente fue «TAL VEZ» para encontrarte con un «NO» cuando te lo dan por escrito. Con la consolidación, la promoción y la formación en el uso de estas herramientas, no sólo tendríamos un Ayuntamiento en cada barrio, conseguiremos un Ayuntamiento en cada casa, un Ayuntamiento en cada móvil. La administración al alcance de la mano.

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